14 de junio de 2010

10 de abril de 2008

Atardeceres

Quien no haya visto el atardecer en Guatemala debo explicarles que es lo más hermoso que los ojos mortales podrán ver jamás. El cielo se tiñe en tonos cálidos, enmarcados por los paisajes verdes abundantes en el área rural del país, y solamente el sonido mudo del viento batiendo con los recuerdos y llevándolos consigo a las alturas, terminan por fascinar al más escéptico de los camarógrafos. La paleta de rojos, naranjas y celestes, determinan en gran medida la exquisitez visual, amplia, pura, solemne, pero sobretodo solitaria del lugar.

No podría faltar en un país de producción agrícola intensa, el aroma del campo, y la fragancia del café secándose a la intemperie, impregnando los techos de barro rojo para deleitar por la noche los sueños intranquilos de los habitantes, que al día siguiente serán víctimas de la nostalgia al revivir el paisaje cíclico y desaforado en mi país.

Los amaneceres son igual de impactantes pero la soledad propiciada por el atardecer lo hacen singular, ayudado de una taza de café y un baúl sin fondo de recuerdos estériles, se logra disfrutar mucho más el entorno al cual me refiero.

Si no lo has visto, no te debes preocupar, igual no lo he visto desde hace mucho tiempo, ayudado por la carga de trabajo masivo adquirido por la compañía para la cual trabajo como esclavo todos los días, y todos los ocasos perdidos. Es así como lo imagino o como me recuerdo en la infancia. Bajo un pino alto y una libreta tratándolo de capturar para un relato más.

6 de abril de 2008

Pausa


Mientras encendía la televisión para ver el episodio final de una serie orgasmica, la repentina tortura natural se apodero de mis entrañas y me vi obligado a correr al baño más cercano, no sin antes decirle en broma a mi esposa. Ponle Pausa!!!


Ultimamente ha sido una de la palabras más utilizadas por todos mis amigos, una esperada pausa en sus vidas, para aliviar un poco el intenso dolor acarreado por el paso del tiempo, posibilitando una transición más placentera. Nunca he creído en el tiempo como un doctor, como diría Bumbury: el tiempo solo te sana lo que no importa más!!! pero un repentino cese de labores ha sido el último hallazgo que la urbe ha podido donar para el engrandecimiento de la sociedad.


No pienso que sea errónea la decisión tomada, para algunos, las confusas lineas de sus manos han traído sucesos desastrosos y sin menor remedio se han dejado sucumbir por esta ola, desarraigados de su patria padecen de insomnio en otros maizales, por cierto son los que más se extrañan, otros se han dejado llevar por el momentáneo abatimiento de los oscuros vientos futuros, y muchos otros pushean pausa solo por no encarar el próximo ocaso.


Para todos ellos solo tengo que decirles esto: al diablo ustedes, al diablo la vida, la política, al diablo con alcanzar la inmortalidad, al diablo con lo simple y lo complicado, con la tierra, y la vida cotidiana, todos deberíamos pausar nuestra vida, vegetalizar. Y dejarnos de preocupar por calendarizar y esclavizar nuestras almas. No pienso molestar a nadie solo expreso el fatídico final que tendría la vida con o sin pausas, muy parecido al resultado del lapso de tiempo entre la broma inicial, y mi regreso para ver el final de una serie que no se dejo pausar.